Páginas

Historia económica de los últimos dos mil años


Al principio, India y China fueron el hogar de una tercera y una cuarta parte de la población mundial, respectivamente. Con lo cual, comandaban dos terceras partes de la economía mundial.


Antes de la Revolución Industrial, no existía nada de eso de crecimiento sostenible, porque la civilización se encontraba estancada en la Trampa Maltusiana. O sea, una catástrofe en el que los recursos fueron insostenibles para mantener la población mundial donde sobrevinieron graves guerras y hambrunas que diezmaron a la humanidad. Así pues, con altos índices de mortalidad, aumentaban los ingresos per cápita, aunque menos trabajadores se beneficiaban de un flujo estable de alimentos. Por otro lado, con altos índices de natalidad, bajaban los ingresos per cápita, lo que resultaba en mayores índices de mortalidad. Lo que explica dicha trampa y cómo en el mundo se relacionan aproximadamente las poblaciones y sus respectivos productos brutos nacionales.

La Revolución Industrial cambiaría todo lo anterior. Actualmente, Estados Unidos cuenta con el 5% de la población mundial y 21% de su producto bruto. Menos Japón, Asia cuenta con el 60% de la población mundial y 30% de su producto bruto. Así pues, después del siglo 19, la gráfica demuestra las divergencias alrededor del mundo en cuanto al dominio de las técnicas de manufactura, producción vía maquinas de vapor, electricidad y –últimamente– tecnologías de la información, las cuales comenzando por occidente se extenderían a Japón, Rusia, China, Brasil, etc.

Sin embargo, dicha revolución que ocurrió en la Europa Occidental cerca de comienzos de dicho siglo, aumento dramáticamente la productividad y el ingreso personal más allá de lo que cualquier país hubiera visto antes. Pero, de hecho, el producto bruto nacional per cápita comenzó a divergir cientos de años antes del 1800, es decir, de la máquina de vapor.


Entre 1000 y 1500, los salarios en la Europa Occidental comenzaron a aumentar gracias a tecnologías moderadas y la organización agraria.  Además, después de su Muerte Negra, un flujo estable de alimentos y bienes compartidos entre menos cantidad de personas hacía que cualquiera fuera rico. Eso hasta que los nacimientos aumentaran y los ingresos volvieran a caer. Lo que me hace pensar en nuestros Baby Boomers y la actual recesión.


Ahora bien, cuando vemos los datos siglo tras siglo después de 1500, notamos como el poder masivo de la Revolución Industrial logro hacer despegar a los Estados Unidos de la Europa Occidental y, a su vez, del resto del mundo. Así pues, dicha revolución no ocurrió por doquier ni de la misma manera.


Las historias japonesa y china son las más dramáticas. Japón, quien estuvo detrás de Europa del este antes de la Primera Guerra Mundial, casi alcanza a los Estados Unidos al final del siglo 20.  Pero en 1990, se produjo el derrumbe de los precios de las acciones y más adelante también cayeron con fuerza los precios inmobiliarios. Con este preámbulo se inició una larga etapa de bajo crecimiento económico, atonía inversora, una gravísima crisis bancaria, crecientes y persistentes déficits públicos, crecimiento exponencial de la deuda pública y tendencia creciente de paro. Durante más de diez años los diferentes gobiernos han aplicado fuertes estímulos monetarios y fiscales, sin que la economía haya dado muestras de recuperación, salvo una breve respuesta, en 1996.  Lo que me hace pensar en la actual crisis europea.

China, que cayó detrás de África a mediados del mismo siglo, es ahora tal vez la más exitosa en la historia de la industrialización. China tiene, de acuerdo al Foro Económico Mundial, una economía "factor-driven" motivada por la incorporación continuada de grandes cantidades de mano de obra barata, inversiones en bienes de capital básicos, mejoramiento de infraestructuras y aprovechamiento de los recursos naturales.  En 1992, el crecimiento del producto interior bruto chino alcanzó el 14,2% manteniéndose en torno al 10% durante los años siguientes, hasta la actualidad.

Un factor determinante en el desarrollo ha sido el trato de nación más favorecida en los tratados comerciales entre China y Estados Unidos, los cuales permiten el ingreso de las manufacturas chinas a través de las aduanas como si estas fueran fabricadas en territorio norteamericano. Desde 2004, Europa es el principal socio comercial de China, quien a su vez es segundo socio comercial de la misma, después de Estados Unidos.

Si bien la recuperación económica es desigual en las diferentes regiones del mundo, las economías desarrolladas de Europa enfrentan una situación "peor" a la media mundial.